"Es imposible", "Abre los ojos, acéptalo, no puede ser", "Solo vas a hacerte daño", "Es inútil intentarlo", "Él no puede fijarse en ti", "No le gustas", "Nunca va a ser tuyo", "Por más que quieras, no puedes", "No puedes conseguirlo", "Deja de intentarlo, no sirve de nada".
¿Cuántas veces nos han dicho estas palabras? ¿Cuántas veces hemos tenido que aguantar que nos destrozaran los sueños con unas simples palabras? "Es imposible". Y? Ahí se acaba?
Hace unos meses yo misma habría dicho que sí, que ahí se acaba. Que hay cosas que son y serán imposibles, por más daño que eso haga.
Sí, he dicho hace unos meses. Ahora todo es diferente. Ahora mi imposible, aquél deseo del que todo el mundo se reía, aquél sueño por el que nadie apostaba, mi imposible, ahora se ha hecho realidad.
Es verdad, los imposibles existen, pero solo en nuestras mentes. Somos nosotros mismos los que nos los creamos. Por eso hoy te pido que no te rindas, que sigas adelante. Que luches sin tener en cuenta lo que los demás piense. Los imposibles pueden convertirse en posibles cuando menos te lo esperes.
Alice.
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